jueves, 31 de marzo de 2011

"LA EVALUACION EN EL NIVEL PREESCOLAR"

  LA EVALUACION EN EL NIVEL PREESCOLAR
P R E S E N T A C I O N
El presente documento nos da muestra  de la importancia que tiene la evaluación dentro del proceso  educativo y las implicaciones positivas, que generan crecimiento tanto en los docentes como en los alumnos, con el propósito de reflexionar sobre las debilidades y fortalezas que tenemos como docentes en formación al momento de evaluar tanto el trabajo que desarrollan los niños como nuestro desempeño dentro de los Jardines de Niños.
A su vez debemos considerar la evaluación como un proceso permanente de valorización de competencias y como un elemento del proceso educativo, para mejorar la calidad educativa y hacer de la evaluación un elemento imprescindible en la práctica pedagógica.
LA EVALUACIÓN EN LA LABOR DOCENTE

El diseño de un plan de trabajo para la educadora, no es tarea sencilla, pues de esta dependen en gran medida los aprendizajes que se pretenden generar en los niños. Ello implica una serie de desafíos y retos que se deberán superar paulatinamente ya que el docente debe tener propósitos establecidos para generar un verdadero intercambio;  a partir de  dichos propósitos el educador tendrá que establecer las habilidades y conceptos que desea que adquieran los alumnos para posteriormente diseñar las estrategias que se llevaran a cabo para lograr los objetivos planteados.

Para darle una verdadera utilidad y eficacia a nuestros planes de trabajo será de vital importancia establecer una evaluación que nos permita identificar el desarrollo general de los niños y niñas, el cual, deberá incluir sus fortalezas y debilidades equilibrando de esta manera sus aprendizajes (Andrey Curtis). Cabe mencionar que  para  ver la  evaluación como un proceso integral del alumno resulta necesario que se haga hincapié en los tipos de evaluación que se realizan dentro del ámbito educativo por lo que se hacemos referencia a la evaluación diagnostica, entendida como aquella que se realiza al inicio para determinar que actitudes y debilidades posee el niño actualmente, lo cual proporciona bases o fundamentos para la intervención docente y garantizar aprendizajes en el alumno, pues a partir de esta se conocerán los perfiles individuales de cada niño,  los cuales incluyen sus conocimientos previos, edad, nivel cognitivo, las competencias, u habilidades que posee de cada campo formativo y de la misma manera el  realizar un  diagnóstico nos permitirá conocer el ambiente y las personas que influyen en el desarrollo de nuevos aprendizajes

En cuanto a la evaluación intermedia o formativa se refiere a que ésta debe ser flexible y continúa, proporcionando al docente referente para mejorar su práctica, ya que tiene como antecedente y sustento el conocimiento de aquellos saberes de cada niño, que se identifican a partir de la evaluación diagnostica. A su vez, la evaluación formativa nos ira dando cuenta de los niveles que se están alcanzando para cumplir los perfiles establecidos en el curriculum de la educación preescolar (PEP04).

Las maneras para llevar a cabo la evaluación son diversas, lo esencial es que esta cumpla con sus verdaderos objetivos. Se puede dar a partir de la observación directa, los escritos y/o las producciones de los niños  y para ello abra que retomar los propósitos establecidos en cada plan de trabajo. Quizá muchos de los docentes  se pregunten en que momentos se debe o es pertinente elaborar la evaluación, y la respuesta es muy sencilla pues esta  es llevada como un proceso continuo y sistemático de mejora, tanto  para el crecimiento de habilidades docentes como el aprendizaje de cada uno de los niños y niñas.

Retomando los objetivos de la evaluación, cabe mencionar que los criterios con los que esta se realiza dependen en gran medida de los propósitos que se establecieron al elaborar el plan de trabajo, pues el planteamiento de indicadores pertinentes  dan cuenta de tal proceso o actividad tienen un sentido formativo que puede mejorar a través de los procesos de evaluación, (Cesar Olvera Rodríguez). Para llegar a ello los docentes pueden valerse de un sinnúmero de recursos  y herramientas que apoyan el desarrollo de la evaluación como el diario de observación, los indicadores, las notas breves, las entrevistas, encuestas, entre otras, que deben ser llevadas a cabo en  tiempos  y espacios establecidos, con una intencionalidad y con ambientes agradables para los actores que intervienen.
De esta manera retomando la evaluación como un proceso continuo los avances y mejoras serán constantes permitiendo una mejor organización e intervención socioeducativa tanto dentro como fuera de  las aulas de clase, pues nos ayuda a identificar las zonas  de desarrollo reales en la que se encuentran los alumnos para poder entablar andamiajes que faciliten el proceso de adquisición de nuevos aprendizajes generados a partir de los conocimientos previos que irán construyendo a su vez nuevas zonas de desarrollo potencial (Vygotsky).
En conclusión, reconocemos que la evaluación es un proceso de mejora esencial que debe ser llevado  de manera continua con objetivos claros que permitan establecer nuevos retos para innovar y mejorar nuestras prácticas de intervención.

Elaborado por:
Emma Laura Vidal Gaspar
Sexto semestre de la Licenciatura en Educacion Preescolar

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